- Marcelo Galán
Un México donde quepan muchos Méxicos
Marcelo Galán*
Una nación se construye de historias que se componen de tramas subnacionales que alimentan una imagen mayor; tal como el color dibuja un trazo en el lienzo, que, en conjunto con más trazos, desvelan una pintura. El hilo conductor de esta narrativa se puede atribuir a un mensaje que logra amenizarse dentro de las tramas subnacionales y al cual le otorgamos valor epistemológico. En otras palabras, la humanidad deposita su fe en las historias que ella misma ha escrito y escuchado. El caso de México no es la excepción.
Algo importante a notar es que un mensaje nación es tan inspirador como lo es efectivo su alcance. Esto implica que cuando existen tramas subnacionales en conflicto, el mensaje nación se desdibuja desde el interior y su valor epistemológico se pierde. No se debe ir muy atrás en el tiempo para encontrar esta rivalidad en la historia reciente mexicana.
El primer día de 1994, entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que minimizó las barreras de comercio entre América del Norte. Por años antes, la administración del entonces presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari se había empeñado en construir una marca que mostrara a México como una nación cosmopolita, lista para abordar el tren de la globalización. Esta macrotendencia requería cambiar la forma de la que se hablaba de México y el presidente priista estaba dispuesto a redactar un mensaje nación completamente nuevo para asegurar su pasaje en ella: debía construir un relato neoliberal que se apartara del nacionalismo postrevolucionario que dio a luz al México monopartidista del PRI en el siglo XX.
A través del recién nacido Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el presidente le apostó al arte mexicano para convencer al mundo que México estaba listo para ser globalizado. Esta política tuvo su auge cuando se inauguró la exhibición Mexico: Splendors of 30 Centuries en museos de San Francisco, Nueva York, y Los Ángeles entre 1990 y 1991. Curada por Miguel Ángel Corzo y mostrando obras de Frida Kahlo, Sor Juana Inés de la Cruz, David Alfaro Siqueiros, y Rufino Tamayo, la selección de arte prehispánico, colonial (o “virreinal” como se le romantizó) y el propio de los siglos XIX y XX, se convirtió en el emblema del nuevo mensaje mexicano. Como apunta el historiador Rafael Lemus, México, ante el escenario global, pasó de centrar al mestizo como personaje principal de su trama nacional, a colocar al pocho como “sujeto principal paradigmático” del México neoliberal. Salinas firmaría el TLCAN en 1992 y se garantizaría el valor epistemológico del neoliberalismo, que se consolidó como la vértebra de los siguientes 30 años de gobierno. El gobierno, tanto priista como panista, lo celebraba, y los medios aplaudían esta labor. TIME celebraba a Enrique Peña Nieto en 2014 al llamarlo “el salvador de México” en medio de protestas contra su reforma energética, y The Economist listaba a México como una de las economías emergentes más prometedoras de la década.
No obstante, el relato neoliberal, en su infancia, se enfrentó a una trama opuesta que se encendía en las voces del sur del país y que dejaría indicios del fin neoliberal. El mismo día que entraba en vigor el TLCAN, la revolución estallaba en Chiapas, donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantaba en armas y reclamaba un alto total al neoliberalismo que “corrompía a México”. El México imaginado como cosmopolita, moderno y globalizado se debía enfrentar a su antítesis perfecta, personificada en indígenas que defendían sus tradiciones y cultura única. Los zapatistas evidenciaban lo obvio: México era neoliberal, pero no todos los Méxicos eran neoliberales.
Más allá de presentar una amenaza militar, el EZLN se lució como un adversario narrativo; logró convertir un relato de apertura económica en uno de desigualdad social y política, echando luz a las letras pequeñas del contrato neoliberal. Este levantamiento contrastaba con la idea de un México global. Los relatos del conflicto armado en Ocosingo eran tan mexicanos y patrios como los contados en Los Pinos, y la sangre derramada en San Cristóbal de las Casas era tan representativa como el arte de Kahlo expuesto en el MET de Nueva York.
El EZLN fue el primer rival que se le interpuso al neoliberalismo mexicano, revelando las distintas versiones de un México que antes se trataba como un ente homogéneo cuando siempre fue un país donde conviven y rivalizan distintas tramas. Fue hasta 2018, precisamente con la llegada del presidente López Obrador, que el neoliberalismo perdió su posición central alrededor de la política pública. Esto causaría un shock en el discurso político tan potente que reorganizaría la conversación pública completamente.
Los medios no logran tomar lugar en una esfera pública dominada por las conferencias mañaneras del presidente, a pesar de esfuerzos notorios, como el de The Economist dedicando dos portadas para criticar la política presidencial sin ver gran resultado fuera de las mentes opositoras. Adicionalmente, parte de la crisis de identidad que vive la oposición mexicana se debe a que la discusión neoliberal se situó como el único plano de debate político, algo que en 1994 sirvió para traer la globalización al país, pero que en 2021, no logra convencer a los Méxicos antes ignorados durante el capítulo neoliberal.
La historia mexicana se ha deshilado. Pasamos del nacionalismo al neoliberalismo y ahora nos enfrentamos a la monumental tarea de crear una nueva trama que pueda inspirar tanto a la oposición como al gobierno en turno para unir esfuerzos con la ciudadanía y atender nuestros problemas públicos. México se encuentra en el limbo entre historias, en la intromisión entre arcos narrativos, y el mundo está atento para ver qué depara esta secuela. Un indicio de lo que viene, en mi opinión, lo podemos encontrar repasando una consigna del EZLN: “Un mundo donde quepan muchos mundos”.
El nuevo mensaje nación mexicano, en mi opinión, será el de un México donde quepan muchos méxicos.

*Marcelo Galán cofundador y director de Política en corto, una página de noticias políticas nacionales e internacionales de alto impacto.
Instagram: @chelo.galan
Instagram: @politicaencorto
¡Usa el artículo de Global Lens en tu referencia bibliográfica!
APA 7: Galán, M. (2021, Agosto 1). Un México donde quepan muchos Méxicos. Global Lens. https://www.globallens.mx/post/un-m%C3%A9xico-donde-quepan-muchos-m%C3%A9xicos
MLA 8: Galán, Marcelo. “Un México donde quepan muchos Méxicos.” Global Lens, 1 Agosto 2021, https://www.globallens.mx/post/un-m%C3%A9xico-donde-quepan-muchos-m%C3%A9xicos
Chicago: Galán, Marcelo. “Un México donde quepan muchos Méxicos.” Global Lens, Agosto 1, https://www.globallens.mx/post/un-m%C3%A9xico-donde-quepan-muchos-m%C3%A9xicos