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  • Paulina Jiménez Quintana

Reflexiones sobre el multilateralismo en la diplomacia ambiental

Paulina Jiménez Quintana*


*Esto es un articulo de opinión y no representa la opinión de la revista Global Lens y el Tecnológico de Monterrey


El desarrollo industrial y socioecónomico a nivel global representa nuevos retos y oportunidades para la salud humana y para el planeta. La investigación científica y la experiencia académica debe acompañar de la mano a cada etapa del desarrollo de un país, esto con la finalidad de evaluar, controlar y resolver las consecuencias negativas que se manifiesten por el impacto del cambio climático.


La búsqueda de soluciones debe poseer siempre una persectiva de cooperación internacional, para lo cual se requiere de las herramientas adecuadas que se puedan traducir en un compromiso formal y una agenda coherente por parte de todos los actores involucrados; en este artículo se propone la diplomacia ambiental, con especial atención en el multilateralismo, como herramienta para la resolución de los problemas globales que involucran a todos los actores con influencia en la agenda internacional.


A través del tiempo, la falta del análisis sobre la implementación y la aplicación de las estrategias sobre diplomacia ambiental multilateral ha constituido un área de oportunidad para la investigación y para la adecuación de políticas públicas globales sobre el desarrollo sustentable. Según el Índice internacional de las Convenciones Ambientales (Environmental Conventions Index), el estudio sistemático sobre la gobernanza global del cambio climático nos permitirá tener una mejor perspectiva de las lecciones aprendidas de los acuerdos ambientales multilaterales; todos los actores involucrados en la toma de decisiones que afecta la protección del capital natural tienen la obligación de medir y evaluar su progreso para asegurarse que se estén cumpliendo las cuestiones pactadas, con el fin de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Asamblea General de las Naciones Unidas COP21, 2015).


Los retos del cambio climático son diversos y las herramientas especializadas que permiten la resiliencia de los Estados deben ser innovadoras, flexibles y dinámicas para que permitan la constante adecuación y adaptación al contesto. Además, en México aún persisten algunas cuestiones referentes a la seguridad ambiental y energética a nivel nacional y regional que deben ser resueltas con una visión a largo plazo. Las tendencias del futuro de interés en la diplomacia ambiental deben poner como uno de los principales objetivos la salud humana y ambiental, puesto que es un tema que involucra además parte de las políticas públicas de los Estados y su presupuesto económico.


A continuación, se presentan algunas de las principales reflexiones sobre la convención Towards Stockolm+50 Legacy Webinars: Environmental Diplomacy and Multilateralism, el cual fue organizado por el Foro de las Partes para la Sustentabilidad del Futuro (Stakeholder Forum for a Sustainable Future) en colaboración con ForUM Norway, la Unidad de la Sociedad Civil de UNEP (United Nations Environment Programme) y el gobierno de Suecia, en Nairobi el pasado 25 de abril del del presente año. En la actualidad, algunas de las soluciones más relevantes para el desarrollo sustentable son creadas, implementadas y gestionadas por la industria, en lugar del Estado, a través de sus centros de investigación; por lo que la recomendación es que la relación entre las instituciones sobre la gobernanza internacional del cambio climático, como la ONU, y la iniciativa privada debe ser menos superficial y más parecida a la participación que poseen los Estados. Todos los actores internacionales deben reforzar el campo de la gobernanza para adecuar las políticas públicas de desarrollo, las instituciones y las políticas deben apoyar las soluciones de la iniciativa privada. En México, es necesario fortalecer las instituciones referentes y permitir que interactúen con la iniciativa privada; La cooperación entre las partes puede resultar en una conjunción de beneficios para el país con la finalidad de crear directrices que permitan al país ser parte de la solución y no de los retos. Las instituciones del Estado que tienen la capacidad de crear las políticas públicas y que pueden participar en la solución de los problemas pueden beneficiarse de la guía específica de actores con experiencia en las diversas industrias y con el financiamiento adecuado de los mismos. La perspectiva de solución desde el punto de vista de la justicia climática y la inclusión debe ser guiada por la sociedad civil, quien puede aportar valiosa información para formalizar un cambio significativo. La investigación científica y la cooperación internacional de todos los actores requiere ser buscada y promovida por las y los líderes de opinión que forman parte de la toma de decisiones en el camino de la adaptación al cambio climático.


De manera general y en la diplomacia ambiental se debe poner especial atención en el multilateralismo, desde una estructura formal con legitimidad y transparencia para lograr negociaciones exitosas en la gobernanza ambiental global y promover políticas públicas de desarrollo adecuadas ante las exigencias del cambio climático. De esta manera, se podrá asegurar el objetivo de mejorar la calidad de vida para toda la sociedad y de preservar el valor intrínseco de los servicios ambientales en el capital natural. La cooperación internacional siempre es la respuesta.




*Licenciada en Administración Financiera por el Tecnológico de Monterrey y Master in Science especializada en Entrepreneurship and Innovation for a Sustainable World por SKEMA Business School, Francia.Posee un Doctorado en Filosofía con orientación a Relaciones Internacionales, Negocios y Diplomacia en la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en donde colabora como Profesor-Investigador de tiempo completo y es líder del grupo de investigación de Desarrollo Sustentable y Gestión Energética;



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